Primero construye tu propio yo interior
¿Qué reformas cree que se deben introducir en su ámbito de trabajo?
Dr. Alfredo Sfeir-Younis
Dzambling Cho Tab Khen
Hoy mi campo de trabajo es mi campo de ser.
Realmente lo digo en serio.
El componente principal de mi “vida profesional” lo he dedicado al campo de la economía ambiental y de recursos. Esta es la dimensión de la economía que se supone debe gestionar, conservar y proteger nuestros recursos naturales y los servicios del medio ambiente y la ecología. Ahora, todos estos están colapsando a un ritmo muy rápido debido a la economía neoliberal y a las incapacidades e incompetencia del sector público para intervenir los mercados con políticas, inversiones y programas apropiados. El sector privado también tiene la responsabilidad de lo que le está pasando a nuestro planeta. Por tanto, se necesitan reformas en todas partes.
En mi larga carrera, aprendí que la verdadera productividad y los aspectos positivos de las reformas dependían de un andamiaje humano que, al final, era responsable del diseño y la implementación de esas reformas. Sin este andamiaje humano, la mayoría de las reformas no ven la luz o se implementan parcialmente.
Por lo tanto, mi atención a las reformas de hoy se centra en aquellas reformas que contribuirán a la rápida mejora de la conciencia colectiva humana. Suena como un enigma, pero en mi opinión, ¡esta es una condición previa para cualquier tipo de reforma! Un verdadero reformista debe convertirse en el reformista de la mente humana.
Esto es muy conocido en el sector empresarial. El crecimiento económico actual depende de la productividad humana, y esta productividad depende del estado de la mente humana de quienes son las fuentes del crecimiento. No hay duda de que el ser humano es el motor del crecimiento económico.
Las reformas educativas han fracasado en la mayoría de los casos o han tardado demasiado en dar frutos. Por tanto, proponer reformas educativas no será algo nuevo. Las sociedades comenzarán a proteger nuestro entorno natural y humano cuando nos demos cuenta de que la Tierra no es una cosa sino una entidad viva. Esto exige una forma de educación centrada en la persona y no en el conocimiento y el enfoque utilitario de la educación, como ser educado para conseguir un futuro trabajo. La educación debe ser el camino hacia nuestro interior.
Debido a que estamos en un mundo totalmente interdependiente en cuanto a recursos naturales, medio ambiente y ecología, también necesitamos tener un sistema educativo para la creación y desarrollo de “un ser planetario”.
Pensemos en aquellos que tienen y tendrán que lidiar con el calentamiento global, el cambio climático, la contaminación de los océanos, la desaparición de la biodiversidad, etc. Este es el ser humano que necesitamos: uno que sea capaz de convertirse en el otro sin perder el suyo. identidad. Alguien que piensa globalmente y actúa localmente.
Todas las reformas dependen de la “reforma” (transformación y desarrollo) de la mente humana.